26.3.07

Sin abrir los ojos esperó. Recién despertaba. Quedó quieta por varios segundos, o fueron minutos? Nunca lo sabía, cada día era igual, o no, a veces era diferente. Pero hoy, sabía que sería un día de “esos”.
Abrió los ojos y la angustia entró de lleno en ella. Era otra vez el miedo. Sintió que el aire no quería terminar el recorrido hasta sus pulmones. Hizo un esfuerzo y pensó que era una tontería sentirse así.
Pero no podía evitarlo, sentía que el miedo se iba apoderando de todos sus pensamientos.
No sabía a que le temía. Trató de pensar. Por la ventana, a través de las cortinas, veía que el sol brillaba.
Ya no le temía a las noches. Casi las prefería. En las noches, en medio de la oscuridad se sentía a salvo.
La vida se detenía durante la noche, era como la muerte casi. Una muerte en miniatura. Mientras dormía no había recuerdos, responsabilidades, no había que enfrentarse a la vida de todos los días.
Pero el día llegaba y con él, el miedo.

2 comentarios:

celtaj dijo...

Quizás ese miedo que aparece de mañana pueda ser enmarañado en la telaraña del día.
¿Y el miedo que comienza cuando añochece? Cuando todo se apaga y te quedas solo, el sol te abandona y te enfrentas a la nada oscura, ¿cómo lo engañas?...¿con quién cuentas en la ciudad dormida?
Muy bonito tu blog. Un saludo.

Anónimo dijo...

Cuesta y mucho abrir los ojos en momentos como esos...

me gusto lo que lei, saludos ^^

Cz; (nose como llegue aca, paso otro dia)